domingo, 23 de septiembre de 2012

Correspondencia de cobranza

   La cobranza es una operación delicada que requiere gran tino y conocimiento del deudor para aplicar en cada oportunidad las medidas convenientes:
   En algunos casos, bastará con una simple y atenta carta de aviso pero en otros, será será imperioso el apremio enérgico.
   Debe considerarse que la cobranza es siempre molesta, por tanto es prudente iniciarla con suavidad y sutileza para ir presionando al deudor en forma creciente, en las las siguientes misivas que sea necesario enviar.

Aviso de Vencimiento.

   Se caracteriza por la sutileza del texto.
   Practicamente, solo se remite a recordar la deuda pendiente que vencerá en una fecha próxima.
   Normalmente, se confecciona en formularios.





Invocatoria de Cobranza.

   Cuando se ha producido el vencimiento de una deuda y ésta no ha sido cancelada es el momento de enviar la carta invocatoria de cobranza.
   Esta misiva debe redactarse con gran tacto, procurando en principio instar al deudor a pagar su obligación pendiente con el propósito de no perder la calidad de cliente correcto y puntual en sus pagos.
   Esta comunicación puede ser la primera de una serie de cartas en la cual cada una de las que sigue será redactada con mayor fuerza e instando a cancelar su compromiso.





Cobranza Enérgica.

   Esta comunicación cierra el ciclo de la cobranza normal: es muy dura y amenaza con la via judicial.
   Si esta carta no produce resultados positivos, las empresas proceden a requerir el pago a través de la demanda judicial.





Demanda.

   Esta comunicación se extiende cuando están agotadas las posibilidades de cobro por las vias normales.
   Es evidente que el envio a cobranza judicial de una deuda requiere entablar uan demanda a cliente que significa el termino de las relaciones comerciales.
   Muchas empresas evitan, de alguna forma, tener que recurrir a este tipo de correspondencia.

  


 


  

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